Su traje estaba hecho de rombos de distintos colores, que representaba la pobreza, pero con el tiempo se convirtió en un traje atractivo y elegante.
Aparecía como un personaje indispensable de la Comedia del Arte, teniendo como función un ballet cómico, por el que fue conocido su sentido del humor. Hacía también piruetas y acrobacias.
Se les suele ver como comodines en los naipes, y son rivales de los Pierrot. Aparecieron en Francia en la época de Molière, cambiando sus características a sirviente ingenuo y sensible.
Solían ir vestidos con trajes a cuadros y enmascarados, a veces con un gorro en el que ponían una cola de zorro o conejo, y llevaban un cinturón del que pendía un palo. La media máscara tenía elementos demoníacos y era negra.
Es un personaje del Carnaval de Binche, en Bélgica. Y su actitud es muy parecida a la de un bufón.
Beatriz Pereira Mateos
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